El pasado día 5 de noviembre tras un par de días de intensas lluvias el sol recibió a los voluntarios en una agradable mañana junto al embalse de Zahara - El Gastor. El pequeño grupo de participantes, tras recorrer un tramo del sendero que bordea el embalse accedió a una ladera desprovista de arbolado, lugar indicado para realizar la repoblación.
La tierra aún húmeda por las esperadas lluvias facilitó la tarea a nuestro equipo que a la escueta sombra de las retamas se dispuso a plantar ejemplares de especies autóctonas. Encinas, acebuches y algarrobos, árboles bien adaptados al duro clima mediterráneo, fueron poco a poco plantados y cubiertos con protectores para evitar que los hervíboros perjudiquen su crecimiento. Algunos fresnos fueron también colocados en zonas donde las características del terreno indicaban una mayor disponibilidad de agua.
Pese a las fechas, el sol apretaba y hacía más dura aún si cabe la ya de por sí costosa labor de la azada por lo que a media el equipo se merecía un descanso.
En un olivo cercano nos protegimos para hacer un alto, recuperar fuerzas y de paso conocer en detalle las labores de nuestros compañeros de jornada, pertenecientes a las asociaciones AMA-Natura y Delta en Arcos. Más allá de los objetivos propios de este programa de participación y sensibilización ambiental, la puesta en contacto con personas y entidades con objetivos afines siempre es positivo para el establecimiento de sinergias que busquen beneficios comunes.
Tras el aperitivo y con los líquidos repuestos el grupo se afanó en la tarea hasta completar el objetivo que nos habíamos marcado al inicio. Esperemos que los diecinueve árboles plantados prosperen dotando de cobertura arbórea a la ladera y ofreciendo cobijo y alimento con sus frutos a la fauna del entorno.
Muchas gracias a los participantes por ayudarnos a disfrutar de una jornada tan agradable.
¡Hasta pronto!
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